El
Gobierno de las TI es una responsabilidad del más alto nivel directivo y se
encuentra en lo más alto de una pirámide que estaría basada en
las operaciones de TI y la gestión de TI.
Según la norma internacional ISO
38500, el Gobierno de las TI tiene como principal objetivo evaluar, dirigir y
monitorizar las TI para que estas proporcionen el máximo valor posible a la
organización.
El Gobierno de TI deberá alinear proyectos
tecnológicos con los objetivos estratégicos de la organización, asegurando el
resultado prometido, un resultado económico y una obtención de ventajas
competitivas.
Para
un buen Gobierno de TI, éste debe apoyarse en un marco de estándares y normas de comportamiento para garantizar que la unidad de TI soporte los
objetivos de negocio de la organización.
El Gobierno de las TI debe ocuparse de tres cuestiones:
1. Qué decisiones deben tomarse para
asegurar la gestión y el uso efectivo de las TI.
2. Quienes deben tomar estas decisiones.
3. Cómo serán ejecutadas
y monitorizadas.
El Gobierno de las TI incluye las siguientes áreas:
El Gobierno de las TI incluye las siguientes áreas:
- La alineación entre la estrategia de la organización y de las TI
- Obtención de valor que las TI generan para la organización.
- Mecanismos que permitan mediciones apropiadas para poder valorar las TI en su conjunto y poder tomar decisiones respecto a su gobierno.
- Gestión del riesgo que en un momento dado pueda afectar e impactar negativamente en las actividades y procesos de la organización.
- Gestión de los recursos TI y la utilización óptima de los mismo
Las ventajas de implementar completamente un sistema de Gobierno
de las TI son:
- Se consigue estrechar la relación entre las áreas directivas y funcionales y el área de TI.
- Mejora los resultado contables de la organización en general y de las TI en particular.
- Reduce la ineficiencia y los riesgos.
- Aumenta la calidad y la eficiencia de los servicios TI.
- Promueve el uso eficiente de los recursos internos y externos.
- Se preocupa por el cumplimientode las normas estatutarias y legislativas necesarias para conseguir la credibilidad institucional.
- Centraliza los gastos en TI en las necesidades, prioridades y objetivos institucionales.
- Disminuye los problemas en el desarrollo de los proyectos (sobrecostes, errores funcionales, retrasos, etc.).
- Promueve que baje la complejidad de las TI y la integración de los grandes sistemas de la organización.
- Consigue realizar un proceso de planificación estratégica de las TI más eficiente.
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